La vie en Rose~
viernes, 23 de enero de 2015
sábado, 25 de octubre de 2014
The Love That Was Born In Chaos: Capitulo XV
-The
love that was born in chaos-
.
.
Mariposa... Si rezo, esa persona que tiembla con fuerza
mientras se agita su alma
deslumbrante diosa
cambia el mundo esta noche
Ah… los fragmentos del sueño que baten estas alas cierran una era
Ahora, incluso podría conocerte con un milagro
Volviendo a volar por el cielo del mundo otra vez
como una antigua lección la diosa sonrió.
deslumbrante diosa
cambia el mundo esta noche
Ah… los fragmentos del sueño que baten estas alas cierran una era
Ahora, incluso podría conocerte con un milagro
Volviendo a volar por el cielo del mundo otra vez
como una antigua lección la diosa sonrió.
-Glowing Butterfly-
Versailles
–Philharmonic Quintet-
.
.
Capítulo
XV
-¿Por qué tengo que ser yo? pregunto un hombre de
cabellos marrones mientras conducía un auto negro, la noche anterior había
hablado con Jasmine y este le había pedido algo bastante complicado para él
¿Cómo se le ocurría pedirle eso? -
Estando Teru, Hizaki, Masashi, Yuki… ¿Por qué yo?
La persona que se encontraba sentado en el asiento
de acompañante, largo una risita brevemente para luego responderle.
-Kamijo, Lilliel ha hablado muchas veces contigo y
al parecer le caes bien. – comento You, para luego recordar en su mente lo que
había visto hace un día atrás, Lili besando a Kamijo en la mejilla. – Entonces
por eso quiero que seas tú el encargado de protegerla, es solo eso.
-No me convences. – declaro el príncipe
insatisfecho, había algo mas y el hechicero como siempre no quería dar señales
de que era. Bufo por lo bajo esperando una respuesta, que bien no tardó en
llegar. -
-Por favor Kamijo, ten paciencia. – dijo Jasmine
mientras lo miraba.
Kamijo volvió a bufar molesto, dejando en claro que
la situación no le agradaba para nada. Siguió el camino con la vista en frente doblo
con el carro por una esquina y las luces del semáforo más cercano se pusieron
en rojo indicando que debía parar para dejar paso al peatón. Era un vampiro que
nació en épocas antiguas, pero no le costó tanto aprender las costumbres de la
actualidad, y parar en la señal roja era algo que aprendió rápidamente como asi
también a manejar un auto.
Los dos hombres siguieron el camino
silenciosamente, unos minutos después llegaron a su destino, una gran
institución de dos plantas de paredes grises y blancas, contaba con un hermoso campus
adornado por bellas flores y árboles, había mesas en algunas partes con sus
respectivos asientos y una gran fuente justo en el centro.
Era temprano
aun, casi cuarenta minutos antes de la entrada y algunos alumnos ya llegaban a
empezar su jornada estudiantil, muchos de ellos portaban el típico uniforme que
usaban en primavera y verano, algunos se veían tranquilos, otros medios
dormidos, las chicas cuchicheaban y reían, los chico hablaban entre ellos y de
vez en cuando le decían algún piropo a cualquier jovencita que pasara delante
de ellos. A Kamijo la escena le pareció bastante agradable y nostálgica, por un
momento vio a todos ellos vestidos con despampanantes trajes súper detallados y
estrafalarios (como dirían ahora) rodeados de un jardín de rosas y bebiendo
ponche en una de las grandes meriendas al aire libre que organizaba su madre
todos los sábados, reían, cantaban y se divertían sin importarles el mañana, no
tenían preocupaciones, no le temían a nada, eran nobles vampiros y vivían en la
época más feliz de su raza. Pero luego el muchacho tuvo un golpe de realidad,
eso ya no sucedía y no sucedería jamás. Ahora estaba en una ciudad que no era
su querida Francia, habitaba en un lugar que no era su gran palacio y por sobre
todo ya no tenía a su gente, solo le quedaban sus primos, que más que primos
para el eran hermanos.
Salió de su ensoñación al darse cuenta que Jasmine
le había tocado el brazo derecho, reacciono rápidamente y vio que bajo bastante
la velocidad para ver solamente una escena protagonizada por humanos. Kamijo
gruño molesto y acelero para llegar al estacionamiento donde las profesoras y
colegas aparcaban sus vehículos. Aparco en el primer lugar que encontró y
descendió rápidamente. Cuando el sol toco su blanquecina piel no sintió
molestia, el al igual que sus demás hermanos utilizaban ciertos métodos para
ser inmunes al sol. Espero que el hechicero descendieran y una vez listo se
prepararon para entrar a la institución.
Dentro del edificio por los corredores no había
mucho movimiento de alumnos puesto que eran las ocho de la mañana y faltaba media hora para que tocaran el
timbre de entrada a clases. Al no saber a dónde dirigirse preguntó a una joven
de más o menos treinta años de edad o menos, el lugar donde se encontraba el
encargado del colegio, la muchacha algo sonrojada le contesto e inmediatamente los
guio.
-Pueden pasar el director está ocupado. – dijo la
chica antes de retirarse no sin antes darle una sonrisa a Kamijo quien quedo
extrañado por el comportamiento de la joven.
Cuando entraron vieron que la oficina del encargado
del colegio era preciosa, espaciosa y bastante iluminada gracias a un gran
ventanal de vidrios recién limpiados. En la pared derecha colgaban cuadros que
mostraban a varias personas diferentes, seguramente sería la familia del
hombre, del otro lado colgaban varios títulos y certificados enmarcados. Para
completar había un juego de sillones blancos a un costado y justo al centro
hacia atrás cerca del ventanal se encontraba el escritorio el cual tenía una
computadora de escritorio de la empresa Apple. Sentado detrás del ordenador se
encontraba un viejo canoso entrado en edad, levanto su vista cubierta por unos
lentes de finos marcos e inmediatamente saludo a la visita.
-Buenos días, tomen asiento por favor. Soy el director
de este colegio, pueden llamarme Takemura. Es la primera vez que los veo por
aquí. ¿Qué se les ofrece?
Jasmine al terminar de sentarse, acomodo un poco su
cabello y eventualmente contesto educadamente.
-Me llamo Kageyama You. Vine aquí porque mi hijo… -
dijo Jasmine mirando a Kamijo, quien no evito reír por dentro al escuchar
mentir al hechicero. – esta pronto por recibirse como profesor, y me gustaría
que hiciera las prácticas profesionales
en un colegio tan prestigioso como lo es este.
Jasmine le extendió al hombre una carpeta de color
madera. El director se dispuso a mirar el contenido y luego de admirar las
calificaciones, (falsificadas) del llamado Hijo de Kageyama, la dejo sobre el
escritorio devolviéndoselas al dueño de esta.
-Excelentes calificaciones. Me alegra bastante que piense
eso de mi colegio – respondió el señor Takemura con orgullo y parsimonia – Pero me temo que eso es imposible. No
estamos recibiendo más pasantes. Preferimos que la educación de nuestros
estudiantes sea ejercida y chequeada por profesionales que ya tengan el título
en mano. – suspiro mientras se acomodaba la corbata y luego con una sonrisa arrogante
que, molesto a vampiro y hechicero por igual, prosiguió. – Lo lamento, pero el hecho
de que el muchacho tenga un muy buen promedio no cambia la política que ha
estado manejando la administración de este colegio. Yo no puedo hacer nada por él
ni por usted.
El hombre de cabellos marrones se removió un poco
en su asiento.
-¡oh ya veo! – exclamo con falsa sorpresa el
hechicero, sabía perfectamente que algo como esto pasaría, habría que recurrir
al plan que formulo anoche.
Kamijo inmediatamente al notar el tono de voz de su
amigo, largo una carcajada, porque ya sabía lo que venía. El director miro al
muchacho sin saber que sucedía.
-¿y ahora que vas a hacer? – le pregunto al
hechicero en tono fuerte.
-haz lo que sabes hacer príncipe– dijo Jasmine orgulloso.
El joven de ojos azules se levanto repentinamente
de su asiento y estiro su mano agarrando violentamente a Takemura. El hombre
asustado empezó a resistirse pidiendo que lo soltara. Kamijo busco la mirada
del director, quien se removía inquietamente moviendo su cabeza para todos
lados, luego de poder tener contacto visual por dos segundos con el hombre, sus
ojos azules cristalinos cambiaron repentinamente tornándose rojos. La victima
dejo de resistirse, la parte ruda ya había pasado, el director mostro una
mirada vacía y sin vida. Él estaba siendo manipulado.
Yuuji lo soltó.
-Listo. – dijo el príncipe satisfecho por lo que
realizo.
-Perfecto, ahora solo hay que ordenarle que te deje
entrar sin problemas y puedo largarme de aquí. – Hablo – este humano es muy
arrogante y egocéntrico, su solo presencia me hastía.
-entonces apresúrate y hazlo – ordeno Kamijo.
El hechicero
se dirigió hacia el hombre y mirándole a los ojos dijo:
– Señor
Takemura, realmente lamento haber llegado a usar la fuerza bruta – comento –
pero la política con la que me manejo me dice que debo recurrir a ella cuando
las cosas no salen como… lo planeo – Jasmine sonrió recordando las palabras
dicha por el idiota ser humano hace unos momentos –Usted no puede hacer nada
por mí y por mi amigo pero, yo puedo obligarlo. Nada de esto sucedió lo
olvidara por completo, usted ha dejado ingresar a un pasante cuyo nombre es
Kamijo Yuuji, él está finalizando su profesorado en la universidad nacional de
Tokio. Luego de que nos despidamos formalmente como es debido llamara a su
secretaria y le dirá que el curso con el que practicara será el de Lilliel
Aldenie.
-¿Eso es todo? – indago Kamijo.
-Si eso es todo.
-Bien, Jasmine toma asiento, tu… - hablo
dirigiéndose al hombre – siéntate.
Kamijo respiro hondo y soplo haciendo que sus ojos
volvieran a su color original.
-Bien señor Takemura ¿Cuándo comenzara mi hijo con
las prácticas? – pregunto el hechicero al señor que había vuelto a su estado
inicial.
-eh… si, digo… - hablo entrecortado. – Ahora mismo
si es posible.
Kamijo sonrió independientemente dejando fluir su
ego en sus facciones. El plan de Jasmine había resultado como el mismo lo
planeo, ahora estaría más cerca de la chica y no dejaría que Thanatos ponga una
sola garra sobre ella.
-Perfecto. – Jasmine sonrió mostrando una hilera de
dientes blancos.
-¿está bien y cuál es el horario? – indago Kamijo
impacientemente.
-eh… - Takemura se mostraba aun perdido y afectado
por el control que ejercieron sobre él, vacilo un poco antes de contestar. –
Podria repetirme cual es su espacio curricular, creo que lo he olvidado.
El hechicero se golpeó mentalmente, olvido por
completo decir la supuesta especialización que Kamijo supuestamente estudio en
la facultad de Tokio.
-ah cierto…
Jasmine hizo una seña a Kamijo. ¿Otro control de
mentes tal vez?
.
.
.
-Demonios – mascullo por lo bajo para luego seguir
caminando por el pasillo que estaba vacío de estudiantes.
Anoche no pudo dormir bien porque volvió a tener el
maldito sueño, que tuvo unas noches atrás, y sumado que se durmió tarde por
pensar en cierto muchacho, dio como resultado una muy mala combinación. Y ahora
pagaba las consecuencias, estaba llegando con media hora de retraso a la clase
de música, aun asi agradeció internamente que el portero la haya dejado entrar
al establecimiento sin antes visitar la oficina del director, tal vez el
director estaba ocupado, o el portero de cierta forma sintió lastima por la
pequeña Lilliel quien sin lugar a dudas tenía unas ojeras marcadas debajo de
sus verdes ojos.
Subió una corta escalera al tercer piso del colegio
y doblo por una esquina a la derecha, allí había de un lado aulas, que a estas
horas estaban repletas de estudiantes, y del otro lado un barandal para
resguardar de cualquier posible caída. Mas halla del barandal se podía ver una
extensa pista, unos cuantos pupilos se encontraban corriendo alrededor de esta,
y justo en el centro, una cancha ocupada ahora por un grupo de mujeres que
pasaban una pelota gris de un lado a otro por sobre una blanca red. ¿Pero que
hacia ella admirando eso justo ahora? Debía apresurarse o daría por perdido la
clase que estúpidamente más le costaba, y todo por no saber tocar una pequeña
pieza en un piano.
Avanzo hasta la última aula y toco la puerta, su mejor amiga fue quien la recibió detrás,
Maki le dio una mirada que destilaba asombro, pero no era por el hecho de que
Lili estaba llegando tarde, no, era algo más.
-Señorita Furukawa. – hablo alguien dentro del
aula. Esa voz… Lilliel la conocía. – deje que la señorita Aldenie pase al salón
por favor.
Maki se apartó del marco de la puerta y Lili entro
dando pasos lentos.
Lo vio, era él. Kamijo estaba ahí aparentemente
haciendo el rol de profesor de música.
-Buenos días Señorita Aldenie – hablo con voz, su
tan melodiosa voz. –Soy su nuevo profesor de Música, por favor tome asiento.
.
.
.
Continuara,..
.
.
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Buenas tardes!! Como estan? me alegra poder publicar esta vez el capitulo 15! eh? ya paso mas de seis meses (creo) que publique este fic y me alegra llegar a este numero. Tambien ha pasado casi 2 mese que no actualize ni di señales de vida en el blog, han pasado tantas cosas irrelevante para ustedes pero tan importantes para mi... Me anote en un concurso de escritura, pase una ronda y a la siguiente saque tercer lugar, recibi varios alagos de x personas que me estan apoyando desde lo mas profundo de mi corazon e incluso me estan animando a escribir un libro... Aqui creo que viene lo relevante para ustedes, como veran, ayer escribi en el grupo que cree, perdon, realmente perdon por haberos hecho asustar diciendo que tenia unas ganas inmensas de borrar el fic... El problema nacio porque me puse a leer todo lo escrito, y no estoy satisfecha, siento que tanto ustedes como yo se merecen algo mucho mejor escrito y redactado. Mentiria diciendo que ya no tengo las ganas de borrar el fic incluso eliminar el blog, esas ganas estan rondando mi mente, anoche no dorm bien por pensar en ello, porque si realmente lo hago sera defraudarlos a ustedes, asi que los invito a comentar ahora...
¿Ustedes quieren que empieze a corregir el fic? por favor, por ahora desistire de la idea de eliminarlo, pero quiero que realmente piensen y me digan si quieren que lo reescriba. Siento que puedo darles algo mucho mejor pero manteniendo la trama que hemos llevado a lo largo de estos 15 capitulo. Por favor, quieron que opinen al respecto, si es que se deciden a que lo reescriba, con gusto lo hare, avisare mediante mi grupo cuando re-suba el capitulo. Y en caso de que ustedes no quieran que lo reescriba y lo deje tal cual como esta, el fic sera finalizado lo mas ante posible y si mi tiempo lo dispone.
Grupo: https://www.facebook.com/groups/kamirosefics/ (Enviad la solicitu y yo los admito con gusto)
Muchas Gracias :)
Atte: Rose Croix (si me cambie el penname :P)
lunes, 25 de agosto de 2014
The Love That Was Born In Chaos: Capitulo XIV
-The love that was born in chaos-
.
.
-¿Dónde debería yo ir para ser capaz de olvidar?
Los cuervos voladores...
Iré a un futuro que no puede ver esos pensamientos
Si me caigo, ¿finalmente alcanzaré tu mundo?
Él, que está conectado a la "muerte" es tan estúpido, es aún... Ah…
Puerta prohibida
Caigo en el cielo,
puerta prohibida
Él, que está conectado a la "muerte" es tan estúpido, está aún...
dentro del enmarcado cuadro… -
Los cuervos voladores...
Iré a un futuro que no puede ver esos pensamientos
Si me caigo, ¿finalmente alcanzaré tu mundo?
Él, que está conectado a la "muerte" es tan estúpido, es aún... Ah…
Puerta prohibida
Caigo en el cielo,
puerta prohibida
Él, que está conectado a la "muerte" es tan estúpido, está aún...
dentro del enmarcado cuadro… -
-Forbidden Gate-
Versailles –Philharmonic Quintet-
.
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Capitulo XIV
-¿Vampiros?
– Pregunto Lilliel pestañando varias veces, le había parecido totalmente
extraña la pregunta. Frunció el ceño levemente y medito un poco. ¿Por qué
preguntaba eso? – No lose, creo que solo existen en la literatura.
Jasmine
intento ocultar su semblante decepcionado, su amiga Elisa no estaba cumpliendo
con lo que le había prometido, Lili sin duda alguna no sabía de la más mínima
existencia de los vampiros. Kamijo al igual que el hechicero sentía lo mismo,
pero era una decepción algo más profunda, el príncipe muy adentro en su
interior quería que Lilliel supiera cuanto antes de su verdadera naturaleza, no
sabía el porqué, las posibilidades de sentirse atraído hacia ella eran mucho
más grande, pero estaba claro que aún no se lo diría a nadie.
-Tal vez
están en la literatura por algo, tal vez alguien cree que realmente existen. –
Hablo Kamijo dejando a todos estupefactos por su participación en la
conversación, cosa que era muy poco común. - ¿no crees?
Lili condujo
su mirada hacia él y clavo sus ojos verdes en los azules del hombre, lo miro
atentamente un momento intentando formular una respuesta, en ese instante supo
que decir.
-Es una
posibilidad. – Respondió.
Kamijo
sonrió levemente a Lili, una sonrisa pícara y poco perceptible que solo ella
había notado, y a la chica le había parecido bonito. Lilliel bajo su cabeza
acomodándose un mechón de cabello detrás de la oreja, quitando así el contacto
visual con el chico.
En seguida
el tema se olvidó y después de cierto tiempo mientras charlaban y tomaban el té,
sonó el celular de Lilliel, se disculpó unos momentos y fue a atender afuera de
la habitación. Luego regreso a la sala e informo que debía irse.
-Es mi
madre, discúlpenme pero debo volver a casa. – dijo –
-No hay
problema querida entendemos. – hablo Hizaki –
Lilliel
acompañada de Kamijo salió de la mansión, cruzaron los pasillos en completo
silencio, al llegar afuera los dos se detuvieron en la vereda. Se quedaron allí
sin decir nada, Lilliel estaba agradecida con el pero no sabía cómo expresarse,
el estar tan cerca de ese hombre la ponía nerviosa; algo que nunca antes le
había sucedido con nadie más. Mientras tanto Kamijo estaba en una situación
similar a la de la chica, esta vez le había gustado verla y haber tenido la
oportunidad de que sus demás hermanos la conozcan.
-Bien… -
Hablo Lilliel luego de unos momentos de pensar – Estoy muy agradecida Kamijo,
muchas gracias por ayudarme.
El príncipe
dirigió su mirada hacia la cara de la chica, quedando hipnotizado una vez más
con sus ojos verdes.
-No hay de
que – dijo Kamijo – Puedes contar siempre conmigo.
Lili esbozo
una sonrisa sorprendida, no se esperaba ese comentario. El hombre de cabellos
marrones también se sorprendió ya que las palabras las dijo sin haberlo
pensado, aun así no se retractó solo quedo en silencio como solo él sabía
hacerlo.
-Está bien
debo irme. – Anuncio la joven.
-Ten
cuidado. – se limitó a decir el muchacho.
Lilliel
avanzo unos pasos y antes de retirarse se dio la vuelta encarando a Kamijo y
sin que este pudiera reaccionar antes, le dio un beso en la mejilla.
-¡Adiós y
Gracias! – grito mientras se alejaba corriendo.
.
.
Llego
rápidamente a su casa, tenía pánico de que a su madre se le ocurriera
castigarla no dejándola salir por haber llegado tan tarde. Pero había tardado
media hora nada más ¿Verdad? Lili miro hacia el reloj que se encontraba en una
de las mesas pequeñas que adornaban la sala; marcaba las diez y once minutos
¡Demonios! Había tardado en volver más de una hora tarde, seguramente su madre
estaría furiosa o estaría hecha un manojo de nervios ocasionado por su “larga”
ausencia de una hora que eso la llevaría al enojo. Había dos posibilidades y
esas dos culminarían en castigo. Se golpeó mentalmente.
Al no ver a
Elisa en la sala supuso que estaría en la cocina, por lo tanto decidió ir hasta
allí. Al cruzar el umbral de la puerta definitivamente la señora estaba allí,
sentada junto a la mesa tomando un café en una taza de porcelana blanca.
-¿Dónde estabas? – Exclamo la mujer mayor al
ver a la muchacha.
No hubo
saludo, en definitiva está enojada. Pensó Lili.
-bueno, yo…
-¡Se supone
que vuelves de correr a las nueve! – interrumpió Elisa el pretexto de su hija.
-¡Te tardaste una hora y no avisaste! ¿Dónde estabas?
Lili antes
de contestar tomo asiento junto a la mesa.
-Estaba
corriendo y yo… - Paro por un momento. No podía decirle que un auto la estaba
siguiendo y que había sido salvada e inmediatamente sido participe de una
reunión para tomar el té en la mansión del nuevo vecino del lugar, Elisa se
asustaría y nunca más la dejaría salir más que para ir al colegio y Lilliel no
quería eso ¡No! Así no podría ver a sus amigos, Maki, Teru y… Kamijo. Sonrió
mentalmente al recordar la travesura que había hecho.
-¿¡Qué
Sucedió Lilliel!? – pregunto nuevamente la mujer perdiendo la paciencia.
-Estaba
corriendo y me encontré con unos amigos y me quede charlando con ellos. – dijo
la chica, nunca le mintió a su madre, pero como dicen, hay una primera vez para
todo. – Compramos unos refrescos y nos quedamos en la plaza haciendo nada más
que eso, lo juro.
-¡Por dios
Lilliel! – Dijo Elisa – ¡La próxima vez avisa por favor! Para algo te compre un
celular. – Exclamo – No estoy en contra de que te veas con tus amigos pero no
quiero que te suceda nada ¿me entiendes verdad?
-Si mama,
perdóname no lo volveré a hacer.
-Está bien
pero ahora como castigo limpiaras la casa. – Hablo Elisa levantándose de su
asiento y retirándose a su habitación.
Genial.
Pensó la chica.
.
.
Jasmine se
encontraba en su habitación de la gran mansión que Kamijo había comprado días
antes de viajar a Japón. Se sentía un poco mejor que hace dos días atrás, pues
no sabía por qué pero repentinamente cuando salió al recibir al príncipe y a Teru cuando volvían de su paseo a
Harajuku se desvaneció en las escaleras ganándose la preocupación de todos. Eso
le molestaba bastante.
Se levantó
dificultosamente de la silla de ruedas que Yuki había conseguido para que no se
esforzara y no haga mal movimientos, se dirigió despacio hacia uno de los
cajones del ropero de su cuarto y lo abrió sacando de allí una caja de madera
de tamaño mediano. La cargo consigo hasta la cama, allí destapo el contenido; un rosario de
cuentas negras cuya cruz plateada cavia en su mano, una caja más pequeña que
contenía cinco pares de uñas postizas largas y moradas, y por ultimo una bola de cristal del tamaño
de un balón.
Se quedó un
momento apreciando las cosillas y entrecerró los ojos para luego soltar un
bufido. Jasmine estaba bastante enojado sintiendo también una mezcla de preocupación, miedo y
arrepentimiento a la vez. Estaba enojado porque no todo estaba saliendo de
acuerdo como lo esperaba, estaba preocupado porque no sabía cómo habían logrado
los bastardos de Thanatos no ser detectados por ellos, sentía miedo que al
poder hacer esto los Thanatosianos en cualquier momento tuvieran la oportunidad
de poder secuestrar a Lilliel y por ultimo sentía decepción de el mismo por no
tener la valentía de decirle toda la
verdad a Kamijo, temía poder desatar en él un monstruo que lo odiara e
intentase matar y eso es lo que Jasmine quería evitar.
-¡Kamijo! –
Grito al aire. Sabía lo que tenía que hacer.
El nombrado
hizo acto de presencia en tan solo minutos, mostrándose interrogante.
-¿Qué
sucede? – pregunto –
Jasmine se acercó
a él.
-Como veras
– hablo. – Aun no sé cómo explicarlo pero Thanatos ha encontrado la posibilidad
de no ser sentidos por nosotros. Por lo tanto ahora estamos en desventaja,
cuando menos te lo imagines ellos tendrán la oportunidad de llevarse a Lilliel–
dijo el hombre. –
-Tienes
razón – respondió luego de un momento. - ¿Qué haremos?
-Tendrás que
actuar tu esta vez, tú y solamente tú, esta especie de “misión” – hablo
recalcando esta última palabra. – será solamente para ti. Kamijo… Tienes que
hacer todo lo posible para proteger a Lilliel, tienes que estar cerca de ella,
ir a los lugares que frecuenta, tienes que convertirte en su segunda sobra y
hagas lo que hagas no dejes que ella caiga en las manos de Thanatos. Sé que
podrás lograrlo. -
-Continuara...-
Hola! Aquí el nuevo capitulo perdón por tardar mucho realmente lo lamento, pero quiero que sepan que no voy a abandonar este fic ¡No lo haré! Ademas ya se viene toda la parte empalagosa y romantica :3 ok ok nos vemos pronto!
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